Wall Street prevé el futuro para 2026: IA y valuaciones

El año 2025 será recordado por los inversores de Wall Street como un período caracterizado por un rally tecnológico impulsado por la inteligencia artificial (IA). Este crecimiento no solo afectó a las grandes empresas del sector, sino que también suscitó temores sobre una posible burbuja en los mercados.

Mientras las acciones de gigantes como Alphabet y Nvidia lograron buenos resultados, otros sectores, como los fabricantes de chips de memoria y discos duros, superaron incluso estas expectativas. Así, la expansión del mercado alcista en EE.UU., que ya lleva casi cuatro años, ha puesto de relieve una inquietud: ¿están justificados los rendimientos ante tanta inversión en computación avanzada para la IA?

Wall Street y las acciones tecnológicas

Para muchos en Wall Street, 2026 será un año clave para evaluar la rentabilidad de estas inversiones. “Hay mucho optimismo, pero también mucha exageración”, comenta Anthony Saglimbene, estratega de Ameriprise, quien señala que el retorno sobre la inversión (ROI) será crucial para validar el entusiasmo actual.

Las empresas tecnológicas se han vuelto las favoritas de numerosos inversores, pero con la mirada puesta en el futuro, podrían transformarse más en indicadores de un posible exceso de entusiasmo que en apuestas completamente seguras.

Otro punto de atención es OpenAI, cuyo modelo de negocio enfrenta críticas por no ser rentable a pesar de los enormes recursos invertidos y de firmar acuerdos masivos, como el reciente con Oracle, que asciende a casi u$s300.000 millones en cinco años. Este contrato, que podría beneficiar a Oracle en el crecimiento de la IA, ha generado inquietudes luego de que sus acciones cayeran más del 45% desde septiembre.

Expectativas vs. ganancias reales

Para los expertos, la situación de las empresas vinculadas a OpenAI representa un problema: mucho de lo que ahora se valora en el mercado son expectativas, no ganancias concretas. Adam Rich, gestor de inversiones en Vaughan Nelson, afirma que la incertidumbre sobre el conocimiento real y lo que se puede prever complica que algunas de estas compañías recuperen su atractivo si no logran mostrar resultados claros.

A pesar de estas dudas, los mercados mantienen su interés en algunas oportunidades “menos llamativas” dentro del sector tecnológico, conocidas como “boring bets” o apuestas aburridas. Estas opciones incluyen a los proveedores de componentes básicos y otros nichos que podrían ofrecer rendimientos estables sin el ruido que rodea a la burbuja de la IA.

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